Quienes Somos

Somos una FAMILIA CRISTIANA;que GANA almas para Jesucristo, EDIFICA vidas, CAPACITA Discípulos comprometidos con La Gran Comisión,ADORANDO a Dios en un ambiente de COMPAÑERISMO.

“Un Gran Compromiso con el Gran Mandamiento
y La Gran Comisión
harán una Gran Iglesia” 

Nuestros Cinco Propósitos:

Fuimos planeados para AGRADAR a Dios (Adoración).
Fuimos creados para INTEGRAR a la Familia de Dios (Compañerismo).
Fuimos llamados para SER como Jesucristo (Discipulado).
Fuimos formados para SERVIR a Dios (Ministerio).
Fuimos hechos para COMUNICAR una Misión (Evangelismo).


Nuestro Sueño, Nuestra Visión

Estamos soñando con UN LUGAR donde los heridos, los desesperanzados, los desanimados, los deprimidos, los frustrados y confundidos puedan encontrar amor, aceptación, guía y ánimo. 

Estamos soñando con COMPARTIR las Buenas Noticias de Jesucristo con los MILES de habitantes de esta área del Litoral Central de Venezuela. 

Estamos soñando con miles de personas siendo BAUTIZADAS, creciendo juntas en MADUREZ ESPIRITUAL a través de Celebraciones Dominicales, Reuniones de Adoración, Oraciones, Ayunos, Estudios de la Biblia, Reuniones en los Hogares (Células), Seminarios, Instituto Bíblico, Confraternidades (Ágapes), Retiros (REMIAs) y otras actividades. 

Estamos soñando con el DESARROLLO ESPIRITUAL de todos aquellos que se vayan agregando al Cuerpo de Jesucristo, viéndoles desarrollar ministerios, descubriendo su Misión y Propósito en la vida. 

Estamos soñando con abrir IGLESIAS HIJAS alrededor de esta área, a lo largo y ancho de nuestro país y hasta lo último de la tierra, mientras estamos marcando la diferencia y haciendo historia a la vez. 

Estamos soñando con un lugar donde construir UN TEMPLO que tenga capacidad para miles de personas, con salones donde se puedan dar enseñanzas de acuerdo a las necesidades de cada grupo, un lugar amplio y con muchas otras comodidades donde podamos ser ministrados por Dios y cumplir los propósitos por los cuales fuimos llamados. 

Estamos soñando con PREPARAR a nuestros hijos, para que ellos continúen esta Visión y puedan cumplir la Misión de alcanzar a la siguiente generación con las Buenas Noticias del Evangelio de Jesucristo. 

Esto no solamente es un sueño, es LA VISION que Dios ha sembrado en nosotros, es lo que Dios nos ha dado, para nuestra Ciudad, para nuestro Estado, para nuestro País, sino también es la Visión para nuestra Familia y para nuestros hijos. 

Yo quiero ser parte de este sueño, de esta VISION y anhelo que al final de mi vida se escriba sobre mí, como se escribió de David “Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres…” (Hch. 13:36)… ¿Y tú?

 ¡Somos de Procesos no de Eventos!