domingo, 17 de junio de 2012

Bendecido día a todos los Padres....

Salmos 103:13 “Con quienes lo honran, Dios es tan tierno como un padre con sus hijos”.

La figura del papá nos remite –primero al amor- pero también a la guía, al sostén y a la autoridad bien entendida.
El rol del padre ha cambiado con el tiempo, porque los tiempos han cambiado, no así el lazo de amor que une al padre con el hijo.
Años atrás, la mayoría de las madres pasaban todo el día en casa. 
Por ello, era siempre la mamá quien ayuda con la tarea, cambiaba pañales, daba mamaderas y muchísimas otras cosas.
Con el paso del tiempo y la necesidad de salir a trabajar de ambos padres, las tareas cotidianas se han empezado a compartir.
Es así como el rol del padre se volvió, por decir de alguna manera, más “maternal”.
De ese modo, vemos a los papás de hoy mirando cuadernos, bañando bebés, presenciando actos escolares orgullosos y emocionados, etc.
El amor es y ha sido siempre el mismo, pero el papel del padre en la actualidad es mucho más abarcativo y completo. Ya no solo es mamá quien está pendiente de las cosas cotidianas y las necesidades de un hijo.
Lejos de disminuir su figura, hoy en día el padre se engrandece con estas nuevas tareas que –hasta hace unos años- eran prácticamente sólo de las mamás. Los une más a sus hijos, los coloca en un plano más cercano y amoroso.
El hombre ha crecido, ha aprendido que no se es menos hombre por cambiar un pañal, muy por el contrario. Hoy los hijos cuentan con ambos padres para todo.
Esto no significa que los padres de antes no fuesen buenos, simplemente que la vida ha cambiado y la manera de ser papá también. El de antes era un papá con cierta distancia, no con menos amor por cierto. El de hoy tiene ambas cosas amor y cercanía.
Con diferentes modalidades, ayer u hoy, papá ha sido y es un pilar en nuestra vida.
Cuan si fuera un tutor de los que se usan para que el pequeño árbol recién plantado crezca firme y derecho, ahí está para vernos avanzar en la vida, para que no equivoquemos el camino y para entendernos su mano, tengamos la edad que tengamos.
En estos días en donde se reconoce la labor de un padre y en donde se reconoce su amor hacia sus hijos debemos de reconocerlo nosotros también como hijo el esfuerzo que han hecho por que nosotros podamos ser felices y no limitarnos a una fecha o mes especifico, sino que debemos vivir cada día reconociendo su labor y honrándolo como tal, pues esto es un mandamiento que Dios nos ha dejado a nosotros los hijos.

Efesios 6: 2 “Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa”.

Muy, pero muy feliz y bendecido día a todos los papás les desea el Ministerio Interdenominacional Ararat...

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